Los esclavistas y negreros europeos, casi todos cristianos, hicieron todo lo posible para legitimar intelectual, biológica y bíblicamente la discriminación racial, la trata de esclavos y el apartheid.
Es increíble de lo que es capaz el ser humano para justificar su afán de poder, explotación, saqueo, y sus ansias de dominio. Es capaz de usar el nombre de Dios, la religión, la raza, la nación, la tribu, etc; para justificar sus atrocidades.
El tráfico de esclavos africanos o trata de negros, que iniciaron los árabes en el siglo VII, fue convertido por los europeos en un negocio a gran escala entre los siglos XVI y XIX. Del siglo VII al siglo XIX los árabes arrancaron a 18 millones de negros africanos de las regiones del Níger y el Nilo, para venderlos como esclavos en Egipto, Persia o la India. Del Siglo XVI al XIX los europeos arrancaron a 12 millones de negros africanos de la zona del golfo de Guinea para venderlos como esclavos en América.
El fundamento bíblico lo encontraron en Génesis 9,18-26; donde Noé maldice y bendice a sus descendientes:
“Los hijos de Noé que salieron del Arca fueron SEM, CAM y JAFET. Cam es el padre de Canaán. Estos tres son los hijos de Noé que se propagaron por toda la tierra. Noé era agricultor y fue el primero en plantar una viña. Bebió del vino, se emborrachó y quedó desnudo dentro de su tienda. Cam, padre de Canaán, vio a su padre desnudo y salió a contárselo a sus hermanos. Sem y Jafet tomaron el manto, se lo echaron ambos sobre sus hombros y, caminando de espaldas, taparon la desnudez de su padre; como tenían el rostro vuelto, no vieron desnudo a su padre. Cuando Noé se despertó de la borrachera y se enteró de lo que había hecho con él su hijo menor, dijo: ‘Maldito sea Canaán (hijo de Cam). Sea el último siervo de sus hermanos´. Y añadió: ‘Bendito sea el Señor, Dios de Sem. Sea Canaán su siervo. El Señor haga fecundo a Jafet, y more en las tiendas de Sem y sea Canaán su siervo”.
De esta maldición de Noé a su nieto Canaán, hijo de Cam, que le vio desnudo, y su bendición a Sem y Jafet, encontraron los europeos el fundamento bíblico de la trata de negros, la esclavitud y la colonización. Los descendientes de Sem, los semitas, son los que habitan Oriente Medio y Asia. De ellos desciende Abraham, el pueblo de Israel y el Mesías. Los descendientes de Jafet son los que habitan Europa, donde el Mesías sería proclamado. Los descendientes de Cam, que era negro, los camitas, y de su hijo Canaán, son los que habitan África, un pueblo maldito y marginado.
Esto, hoy en día, nos puede parecer una broma o leyenda; pero fue utilizado para justificar la esclavitud africana, el genocidio de los pueblos americanos nativos, y para afirmar la idea de la supremacía blanca.
En el siglo XVI, con la Reforma Protestante, los luteranos y calvinistas acentuaron mucho la búsqueda individual de la salvación. Cada uno debe encontrar la salvación en su trabajo, ahí hace la voluntad de Dios. El éxito, la ganancia y la riqueza son vistos como signos de elección y bendición de Dios. El fracaso y la pobreza son signos de condenación y maldición de Dios (Predestinación). O sea que todos y cada uno estamos predestinados por Dios, y la señal de estar bendito o maldito es el éxito o el fracaso en esta vida. Los luteranos y calvinistas ingleses y holandeses que colonizaron Norteamérica y Sudáfrica llevaron estas ideas y creencias. Este fue el remate final de la maldición de los negros africanos. De ahí el origen del apartheid en Sudáfrica.
Hay que señalar que, aunque muchos cristianos y católicos estuvieron influenciados por estas ideas para justificar su negocio de esclavos; sin embargo, la doctrina católica no cree en la predestinación. La Iglesia Católica no cree que nuestra salvación o condenación dependan del éxito o fracaso que tengamos en esta vida. La Iglesia cree que nos ha salvado Cristo de forma gratuita. Nuestra vida cristiana consiste en colaborar con la obra creadora y redentora de Dios en Cristo Jesús, en la Iglesia y en el mundo. Cada uno debe responder y colaborar con la obra de Dios según su vocación y los dones que Dios le ha dado. Todos somos necesarios para el bien común.
También hay que decir que mucha gente interpretó y sigue interpretando hoy la Biblia al pie de la letra. Lo cual es un error y puede causar mucho daño, confusión y sufrimiento. Esta interpretación literal e interesada que hicieron muchos europeos de Génesis 9,18-26, la hacen hoy muchas sectas de muchas citas de la Biblia que necesitan interpretación.
La Biblia usa muchos símbolos e imágenes que tienen su sentido y significado. Por eso la Iglesia católica prohibió durante mucho tiempo la traducción de la Biblia a otras lenguas fuera del latín y su uso e interpretación por cualquier inexperto.
“ÁFRICA PIENSA”, en su afán de buscar y encontrar las razones del subdesarrollo de África, intenta esclarecer cualquier dato que ayude a los africanos a conocer su propia historia; porque creemos que una persona o un pueblo que no conoce su historia, no sabe quién es; por tanto, al no saber de dónde viene y quién es, no puede saber a dónde va.
África y los africanos han sido condenados, marginados, explotados, discriminados a lo largo de la historia, hasta hoy. No lo decimos por victimismo, sino porque es la verdad, aunque le duela a alguno. Además, en los siglos pasados fue maltratado por árabes y europeos; pero en los últimos años está siendo vendido, explotado y maltratado por sus propios hijos.
África necesita una nueva generación de africanos que amen de verdad a su tierra y a sus hermanos. No estos africanistas y nacionalistas que le defienden en público y contra Europa, pero le explotan y le venden en secreto.
Autor: Faustino Esono NGUEMA NKARA