
África es comúnmente francesa o inglesa, aunque también árabe, portuguesa o suajili. La identidad afrolatina del continente es generalmente asociada al dominio del idioma francés. Sin embargo, África es también latina por el portugués, hablado en Angola y en Sao Tomé y Príncipe; además del español, que es el idioma oficial de Guinea Ecuatorial.
Descubre Guinea Ecuatorial
El 99% de las personas con las que se encuentre un/a ecuatoguinean@ en el extranjero le hablarán primero en inglés o en francés, para finalmente sorprenderse de sus habilidades con el español. Seguido le dirán -¡Qué bién hablas español! ¿Dónde aprendiste?-. La respuesta, -No aprendí. ¡Soy afrohispan@!-, sorprenderá aún más. -¡Ah! eres ecuatoriano…-, sigue. -No. Ecuatoguineano-. Insitirá. -Ajá.. ¡Latinoamérica!-. Otro intento fallido… -No. ¡África!-.
Conozco a alguien que disfruta haciéndose la interesante… -¿África? ¿Cómo así?-. El buen curioso jamás se rinde. -Sí. Es que fuimos colonia española. La única que alcanzó el título de provincia-, ella disfrutando su minuto de gloria…
-¡No sabía!. Y…
¿Dónde queda eso en el mapa?-…
[Conversación típica entre un ecuatoguineano con cualquier latinoamericano o cualquier español, aún si el encuentro se da en España].
NO es Guinea Bissao, NO es Guinea Konacry, NI es Papua Nueva Guinea: es Guinea Ecuatorial
El único país hispano en África.
Con una extensión de 28.050 Km2 , una población de 1.308.974 habitantes; situada en el Golfo de Guinea, entre Gabón -en el sur-, Camerún -al el norte- y el Océano Atlántico -al oeste-, Guinea Ecuatorial es un país de la región del África Central – ¡Que no Centro África!- de exquisita biodiversidad y capital humano igualmente enriquecedor. Fang, Combe, Bubi, Bissio, Annobonés y el Pidjing -inglés nativo- son lenguas locales con las que convive el niño ecuatoguineano, además de sus tres idiomas oficiales -español, francés y portugués-, incluido el inglés -por la fuerte presencia de empresas estadounidenses en el país-.
«No desprecies al libro por su tamaño». Este dicho español le va a Guinea Ecuatorial -¡clavao!- como anillo al dedo. Más allá de la abundante riqueza que le aporta sus recusos naturales, renovables -bosque, pesquería, luz solar, aire, etc- y no renovables -minería, petróleo, etc.-, culturalmente hablando, este país -chico en población y tamaño- te sorprenderá doblemente.
Etnias:
Cada uno con su lengua, cultura, tradición, usos y costumbres, sumando los diversos grupos de pueblos inmigrantes procedentes de Europa, otras partes de África, América, Asia etc., Fang, Combe, Bubi, Annobonés, Bissio y Criollo son distintos grupos étnicos que representan a los pueblos que componen Guinea Ecuatoral. Sin embargo, la diversidad no termina allí, cada etnia está compuesta por distintas tribu, cada tribu la integran diversos escudos que representan a grupos de familias, las familias están compuestas por varios hogares, en los hogares conviven personas y cada una es un mundo diverso que aporta complementariedad al todo.
Como imaginarás, los usos y costumbres – ¡Las tradiciones!- cambian de una persona a otra, de la tribu a la etnia, de la etnia al país, del país al continente y del continente al mundo. La práctica de la mutilación genital -por ejemplo- no es tradición en ninguna etnia de Guinea Ecuatrorial -como lo sigue siendo en algunas etnias en otros países africanos-. Hablando de conciencia de cohesión social, el ecuatoguineano siente más apego a su tribu que incluso a su etnia.
Cuando se identifique un hombre bissio -por ejemplo-, él te dirá «soy un hombre bissio de Saha Bama…» -Si es hijo varón de padre bissio de Saha Bama-. Sólo puede identificarse con la tribu de su padre un hijo engendrado en matrimonio tradicional. Los hijos fuera de matrimonio son de la madre -hijos de todos los de la tribu-. Lo de las tribus es tan complejo… no depende ni de provincias ni de ciudades. La migración es un rasgo muy presente en el ADN de Guinea Ecuatorial. Una misma tribu puede ser localizada en ciudades perfectamente distanciadas más aún en diferentes etnias. Los fang y los bissios -por ejemplo- comparten tribus. La tribu Saha Bama -de los bissios- es la Esandón -entre los fang-.
Como te decía, África no es un país. Y al igual que la Cataluña de España, el Este de Alemania, la Escocia del Reino Unido, El Norte y el Sur de los Estados Unidos de América y el mundo entero, la unidad sigue siendo uno de los mayores retos a superar por los pueblos de Guinea Ecuatorial. Nuestro equipo cree firmemente en que cada pueblo -como cada ser humano- tiene su proceso; el cual ha de darse en un marco de respeto y diálogo y, que por más que nos cueste asumirlo, el mundo se dirige hacia la unidad mundial. Es un proceso natural, imparable e inevitable que también llegará a los pueblos de Guinea Ecuatorial.
Los ecuatoguineanos -por lo general- son acogedores, solidarios, alegres y pacíficos.
Codicia de todos -Descubierta por error-: Acercamiento a su historia con el mundo exterior
Dominio portugués (1471 – 1777)
Aunque existe la posibilidad de que la zona del golfo de Guinea fuera visitada por Hannón el Navegante -general cartaginés que realizó un viaje bordeando las costas de África hacia finales del siglo VI a. C. o comienzos del siglo V a. C-, fueron navegantes portugueses los primeros europeos que con certeza exploraron el golfo de Guinea en 1471. Ese año, el portugués Fernando Po’o -que buscaba una ruta hacia la India– situó la isla de Bioko en los mapas europeos. La bautizó «Formosa» -hermosa-. Sin embargo, pronto fue conocida por el nombre de su descubridor – Fernando Po’o-. Hacia 1493, don Juan II de Portugal añadió a la serie de sus títulos reales el de Señor de Guinea y primer Señor de Corisco. Los portugueses iniciaron la colonización de las islas de Bioko, Annobón y Corisco en 1494, las cuales se convirtieron en «factorías» o puestos para el tráfico de esclavos.
A principios del siglo XVI -1507-, el portugués Ramos de Esquivel realizó un primer intento de colonización en la isla de Bioko. Estableció una factoría en Riaba y desarrolló las plantaciones de caña de azúcar. Pero la hostilidad del pueblo insular bubi y las enfermedades pusieron fin rápidamente a esta experiencia.
Presencia holandesa (1641 – 1648)
En 1641 la Compañía Holandesa de las Indias Orientales se estableció sin el consentimiento portugués en la isla de Bioko, centralizando desde allí temporalmente el comercio de esclavos del golfo de Guinea. Entre 1642 y 1648, mientras Portugal luchaba contra España para mantener su independencia, los holandeses tomaron posesión de las islas del Golfo de Guinea. Los portugueses volvieron a hacer acto de presencia en la isla en 1648, sustituyendo la Compañía holandesa por una propia, la Compañía de Corisco, dedicada al mismo tipo de comercio. Para tal fin construyeron una de las primeras edificaciones europeas en la isla, el Fuerte de Punta Joko.
Portugal vendió mano de obra esclava desde Corisco con contratos especiales a Francia, a quien contrató hasta 49.000 guineanos esclavos, a España y a Inglaterra entre 1713 y 1753, siendo los principales colaboradores en este comercio los bengas, pueblo dedicado a las razzias o apresamientos humanos, y que tenían buenas relaciones con las autoridades coloniales europeas -quienes a su vez no intervenían en la política interna del país, lo que sin duda ayudaba-, y que también poseían un sistema económico esclavista propio, siendo generalmente sus servidores particulares pamues y nvikos.
Dominio español (1778 – 1968) y la «adopción» de Argentina
La relación de Guinea Ecuatorial y España -olvidada en los libros de historia de escuelas españolas- está sellada por casi 200 años de colonización. El territorio continental y las islas que actualmente conforman Guinea Ecuatorial permanecieron en manos portuguesas hasta marzo de 1778, tras el tratado de San Ildefonso (1777) y El Pardo (1778) entre la reina María I de Portugal y el rey Carlos III de España, por los que se cedían a España las islas, junto con derechos de trata esclavista y libre comercio en un sector de la costa del golfo de Guinea, entre los ríos Níger y Ogooué, junto con la disputada Colonia del Sacramento, en Uruguay, a cambio de la provincia y la isla de Santa Catalina, junto a la zona de la Laguna de Patos, que pasaban a formar parte de la colonia portuguesa de Brasil.
A partir de ese momento, el territorio español de la Guinea fue parte del Virreinato del Río de la Plata (fundado en 1776), hasta el desmembramiento definitivo de este con la Revolución de Mayo (1810) ya que la última preocupación de la Primera Junta de Gobierno en Buenos Aires era asumir la responsabilidad política por el territorio de la Guinea Ecuatorial, dado el cúmulo de problemas con que se enfrentaba y la falta de una relación concreta entre Buenos Aires y aquella región.
El 17 de abril de 1778 partió desde Montevideo una expedición formada por los buques «Santa Catalina» y «Soledad» y el bergantín «Santiago» para tomar posesión de Fernando Poo y el resto de los territorios en nombre de España, dirigida por el brigadier de los Reales Ejércitos Felipe de Santos Toro, VII Conde de Argelejo, con el cargo de recibir y tomar posesión de la Guinea Ecuatorial de manos portuguesas en nombre de la corona española y establecer el gobierno de las mismas, sujeto a la autoridad del Virreinato del Río de la Plata. En la bahía de Boloko (Bioko), el Conde de Arjelejos desembarcó el 24 de octubre de 1778, tomando posesión del lugar en nombre de Carlos III, construyéndose así la pequeña población de San Carlos (actual San Carlos de Luba). A partir de ese momento, la isla formó parte administrativamente de la Gobernación de Fernando Poo y Annobón, integrada, junto a resto de territorios españoles de la Guinea, en el Virreinato del Río de la Plata; de octubre de 1778 a noviembre de 1780 se establecerá un gobernador español. El Conde de Arjelejos murió el 14 de noviembre de 1778, quedando al mando Joaquín Primo de Rivera hasta que el 31 de octubre de 1780 una sublevación de sus tropas lo puso prisionero, abandonando los amotinados el establecimiento de Concepción, primer y provisional centro administrativo y trasladándose a la isla de Santo Tomé, perteneciente a Portugal.
En Bioko y durante este período sobresale difusamente la figura de un Jefe local, Lorite (circa 1760 – 1810), a quien sucederá Lopoa (cerca 1810 – 1842 ). El periodo de hegemonía de este último sobre los diferentes clanes de la isla incluiría (o coincidiría parcialmente en el tiempo con) la intervención británica.
Presencia británica (1826 – 1840)
Los británicos ocuparon la isla de Bioko entre 1826 y 1832 con el pretexto formal de «luchar contra el tráfico de esclavos» -aun cuando la posición británica en décadas anteriores había sido proclive a dicho tráfico-. Así las cosas, se estableció en Fernando Poo la «Comisión de Represión de la Trata para la captura de barcos negreros y persecución de traficantes». En 1827 fue fundado el establecimiento de Port Clarence -posteriormente Santa Isabel y hoy Malabo-, llamado así en honor del Duque de Clarence, estableciendo también un puesto en la zona de San Carlos de Luba, bajo la supervisión ambos de William Fitzwilliam Owen. Durante su mandato de tres años, sus fuerzas afirmaron haber detenido 20 barcos y liberado a 2.500 secuestrados para trabajar como esclavos. La Court of Mixed Commission se desplazó desde Freetown hasta Malabo.5
En 1836 el navegante español José de Moros visitó la isla de Annobón, gobernada por Pedro Pomba. Los británicos, tras su salida de Bioko, regresaron en 1840, atacando y quemando varias dependencias y factorías españolas en la isla de Annobón y en la de Corisco.
De 1841 a 1899
En 1841, Inglaterra aún seguía interesada en dominar Fernando Poo, proponiendo la compra de la isla a España. El Congreso Español y la opinión pública lograron parar esta iniciativa. Para afianzar los derechos de España, se envió la expedición de Juan José Lerena y Barry, que en marzo de 1843 izó el pabellón español en Port Clarence -Malabo-, renombrándola como Santa Isabel y recibiendo la sumisión formal de varios Jefes locales.
También la isla de Corisco estableció acuerdos con España en 1843, como resultado de un arreglo entre Juan José Lerena y Barry con el rey benga, Bonkoro I, quien murió en 1846.
El 13 de septiembre de 1845 se hace pública la Real Orden por la cual la reina Isabel II autoriza el traslado a la región de todos los negros y mulatos libres de Cuba que voluntariamente lo desearan.
A partir de 1855 se produce una agitada época de luchas intestinas en la sociedad benga de Corisco por la cuestión de las jefaturas locales, luchas que terminan en 1858 con la llegada del primer gobernador español. Este, Carlos de Chacón y Michelena, en 1858 nombró teniente gobernador de Corisco a Munga I (enfrentado a Bonkoro II). De 1859 a 1875 dejó una guarnición española en la isla, que luego sería trasladada a la isla de Elobey Chico. Dentro de esta política de intervencionismo en 1864 el gobernador Ayllón nombra rey de Elobey Grande al Jefe local Bodumba. En Bioko, Madabita (aprox. 1842-1860) y Sepoko (1860-1874 o 1875) serán los principales líderes locales en este periodo de creciente intervención española.
El 20 de junio de 1861 se publica la Real Orden por la que se convierte la isla de Bioko en presidio español; en octubre del mismo año se dicta la Real Orden por la que, al no ofrecerse voluntariamente negros emancipados de Cuba para inmigrar a Guinea, se dispone que de no presentarse voluntarios se proceda al embarque, sin su consentimiento, de 260 negros cubanos, a los que se unirán posteriormente represaliados políticos.
La región será ampliamente explorada por Manuel de Iradier y Bulfy, a cargo de dos expediciones en 1875 y 1884- que también tendrá por misión acabar con los levantamientos de varias villas-estado Fang. Durante el periodo 1887-1897, varios representantes españoles establecen relaciones con el rey Moka (1875-1899) de Bioko, quien en la segunda mitad del siglo XIX unificó a todos los clanes bubi.
De 1899 a 1968 la historia continúa, la relación de Guinea Ecuatorial y España -olvidada en los libros de historia de escuelas españolas- está sellada por casi 200 años de colonización.
Idiomas
Las lenguas locales de Guinea Ecuatorial no sólo cohabitan con otras lenguas de tierras lejanas. La colonización española dejó en herencia un idioma común a todos sus pueblos, el español -idioma oficial-. Por su localización geográfica el francés es el segundo idioma oficial. Y como un Honor a su descubridor Fernando Poo, el portugués es el tercer idioma oficial del país. El inglés es el idioma de una mejor oportunidad de empleo en Guinea Ecuatorial -trabajar en una de las empresas estadounidenses presentes en el país, uno de los más grandes sueños de un joven ecuatoguineano-. Con la presencia de tantos idiomas el estadio actual es la desaparición de las lenguas locales frente al posicionamiento de lenguas extranjeras en los hogares ecuatoguineanos. Ante la posible desaparición de las lenguas locales, las familias ecuatoguineanas están implementado medidas para transmitir a los más pequeños la riqueza lingüística del país. Son siglos de historia de convivencia que han dado lugar a la fuerte presencia de palabras de lenguas extranjeras entre las lenguas locales del país. De tal modo que te puedes encontrar con casos como los siguientes:
En combe:
Winde -en español ventana- de connotación inglesa window.
Umbió -en español puerta- de connotación inglesa door.
Epele -en español plato-, de connotación inglesa plate.
Kíchíni -en español cocina- de connotación inglesa kitchen
y más…
En fang:
Es curioso cómo la palabra fang en el diccionario alemán te descubre cualidades asociadas al hombre fang. El verbo fangen en alemán quiere decir cazar, capturar, apresar, coger, etc. La expresión alemana «einen guten Fang machen» -hacer una buena presa, en español-. El sustantivo del verbo fangen -Fang-, su relación con la etnia fang es -a nuestro juicio- una línea de investigación abierta. Si eres antropólogo y descubres la conexión entre ambos sería un placer que compartieras tu descubrimiento con nosotros. Cualquier otra aportación que conecte nuestras lenguas locales a otras lenguas extranjeras será bienvenida.
El idioma español le da a a los ecuatoguineanos la identidad afrohispana que les conecta en cultura con España y América latina.
Su mayor Riqueza: identidad pluricultural
Descubierta por un portugués, la lengua que une a sus pueblos es el español, la moneda que le une a sus vecinos es de idioma francés, su petróleo en el mundo es inglés estadounidense, mientras sus fincas siguen siendo cultivadas por el combe, el annobonés, el bissio, el bubi, el pidjing y el fang reviviendo con sus cantos siglos de colonización española, años de presencia holandesa, las escapadas francesas, las aventuras con el Virreinato de la Plata, las luchas de Inglaterra en su intento por poseerla y el regreso de los negros de cuba.
Más de Guinea Ecuatorial encontrarás en libros, internet y en su gente. ¡Conócela!
Me ha impresionado la página, hasta donde he leído no existe diferencia de color sino un mercado único y abierto donde todos somos de raza humana. Mis felicitaciones a todos los participantes .
Si no aporta soluciones forma parte del problema
Gracias Cleto!!
Efectivamente, si no aporta soluciones forma parte del problema.
Nosotros tan sólo queremos aportar nuestro granito de arena.
La solución está en manos de todos.
Gracias y nos leemos por aquí.